La fecundidad de lo pequeño. XXXII Domingo del Tiempo Ordianrio «B»

XXXII Domingo del Tiempo Ordianrio «B», La fecundidad de lo pequeño

(1Re 17, 10-16; Sal 145; Hbr 9, 24-28; Mc 12, 38-44)

LA FECUNDIDAD DE LO PEQUEÑO

La cultura actual es partidaria del éxito; siempre se desea apostar por el ganador, y se mira con insistencia a las empresas con buenos resultados. Se siente halago en el triunfo, y cierta nostalgia, por no decir envidia, cuando llegan noticias de comunidades religiosas florecientes.

Ciframos el éxito de nuestro trabajo en los resultados, y tenemos por negativa la evaluación que no suponga crecimiento.

Hoy se sufre en la Iglesia el éxodo. No se llenan los templos, ni los noviciados; escasean las vocaciones, aunque la estadística señale últimamente cierto crecimiento. En el mundo rural se vive la experiencia de la soledad y de la debilidad, pues en él queda solo una generación mayor porque las familias jóvenes buscan los centros educativos para sus hijos.

En estas coordenadas, sorprenden los relatos bíblicos. Tanto la primera lectura como el Evangelio proponen el protagonismo de dos mujeres viudas y pobres, a las que les queda solamente un poco de aceite y de harina en el caso de la de Sarepta, y solamente dos reales, en el caso de la viuda del templo.

De natural, es difícil abrazar la minoridad, la descalcez, y sin embargo, en los ejemplos propuestos, se nos describe la relación entre pobreza y bendición. “El profeta Elías se puso en camino hacia Sarepta, y, al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: –«Por favor, tráeme un poco de agua en un jarro para que beba.» Mientras iba a buscarla, le gritó: -«Por favor, tráeme también en la mano un trozo de pan.» Respondió ella: -«Te juro por el Señor, tu Dios, que no tengo ni pan; me queda sólo un puñado de harina en el cántaro y un poco de aceite en la alcuza. (1Re 17, 10- 13)

El salmista canta: “El Señor sustenta al huérfano y a la viuda” (Sal 145). Y Jesús ensalza a quien a los ojos humanos ha echado dos reales de limosna en el Templo. “Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos, les dijo: -«Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie” (Mc 12, 42-44).

Las categorías del Evangelio son muy distintas a las nuestras; como dirá Jesús en otro pasaje, nosotros pensamos como humanos, no como Dios. Dios valora lo humilde, lo sencillo, lo pequeño: da la primogenitura a los segundones, escoge a las estériles, bendice a las viudas. El Maestro nos ofrece la enseñanza de la paradoja: los últimos son los primeros, los soberbios son desplazados por los humildes, los ricos, por los pobres; los señores, por los siervos.

¿Cómo valoras tu situación, con los ojos humanos, o con la mirada de Dios?

P. Ángel Moreno de Buenafuente del Sistal

Año extraordinario de la Misericordia

El Papa convoca hoy el Jubileo Extraordinario de la Misericordia

Francisco convoca un Jubileo Extraordinario: Año Santo de la Misericordia

El Papa Franciscoabrirá la puerta Santa diez  años antes de lo previsto, el próximo mes de diciembre. El Papa anunció este viernes, 13 de marzo de 2015, en la Basílica de San Pedro, la celebración de un Año Santo extraordinario. Este Jubileo de la Misericordia se iniciará el presente año con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica Vaticana durante la solemnidad de la Inmaculada Concepción y concluirá el 20 de noviembre de 2016 con la solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo.

El Santo Padre, al inicio del año, exclamó: “Estamos viviendo el tiempo de la misericordia. Éste es el tiempo de la misericordia. Hay tanta necesidad hoy de misericordia, y es importante que los fieles laicos la vivan y la lleven a los diversos ambientes sociales. ¡Adelante!”

El anuncio se realizó en el segundo aniversario de la elección del Papa Francisco, durante la homilía de la celebración penitencial con la que el Santo Padre dio inicio a la 24 horas para el Señor, iniciativa propuesta por el Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización para promover en todo el mundo la apertura extraordinaria de las iglesias y favorecer la celebración del sacramento de la Reconciliación. El tema de este año ha sido tomado de la carta de San Pablo a los Efesios: “Dios rico en misericordia” (Ef 2,4).

Cine con valores:

 TRES MONJES REBELDES. TRAILER

EL ORIGEN DE LA ORDEN DELCISTER

Sábado Santo: María Esperanza en la Noche

Stabat...

María, estás sola, ya no tienes a Jesús.

entras en la noche de la fe,

pero en ella alimentas serenamente la esperanza…

«Stabat Mater»

Permaneces en pie, en tu alma reina la calma.

Nosotros venimos a tu lado para consolarte

y eres tú quien nos enseñas con tu serenidad y tu paz,

con la fortaleza que irradia tu actitud.

Virgen María,

tú nos muestras ya desde hoy el poder y

la eficacia de la palabra sustancial

que Jesús pronunció ayer desde la cruz:

«Ahí tienes a tu madre»

Realmente tú eres nuestra madre:

nosotros queremos consolarte,

pero al verte no podemos ser

y no queremos ser más que niños.

Virgen María,

Madre nuestra del Sábado Santo,

sabíamos que eras para nosotros

una madre tierna y bondadosa,

pero nunca te habíamos visto tan grande,

tan digna, tan fuerte, y a la vez tan dolorosa…

¡Qué lección para nosotros!

Lección de esperanza y de confianza.

Tú nos enseñas cómo hay que llevar

el peso del sufrimiento

para que sea verdaderamente eficaz y fecundo…

con una esperanza siempre viva…

una esperanza cuyo único

punto de apoyo sea la palabra de Dios,

la palabra de Jesús

y que nos permitirá entrar

en el misterio pascual de la Resurrección.

[extractos de Misterio Pascual, Contemplación. Notre Dame de Vie ]

Para profundizar:   Descenció a los infiernos. Sábado Santo, por Mater Dei

Hacerse más cristiano

Por José Antonio Pagola
V Domingo de Pascua (Jn 14,1-12) – Ciclo A

 ESTO que vivo yo es fe?, ¿cómo se hace uno más creyente?, ¿qué pasos hay que dar? Son preguntas que escucho con frecuencia a personas que desean hacer un recorrido interior hacia Jesucristo pero no saben qué camino seguir. Cada uno ha de escuchar su propia llamada, pero a todos nos puede hacer bien recordar cosas esenciales.

Creer en Jesucristo no es tener una opinión sobre él. Me han hablado muchas veces de él; tal vez, he leído algo sobre su vida; me atrae su personalidad; tengo una idea de su mensaje. No basta. Si quiero vivir una nueva experiencia de lo que es creer en Cristo, tengo que movilizar todo mi mundo interior.

Es muy importante no pensar en Cristo como alguien ausente y lejano. No quedarnos en «el niño de Belén», el «Maestro de Galilea» o «el crucificado del Calvario». No reducirlo tampoco a una idea o un concepto. Cristo es una «presencia viva», alguien que está en mi vida y con quien puedo comunicarme en la experiencia de cada día.

No pretendas imitarle rápidamente. Antes, es mejor penetrar en una comprensión más intima de su persona. Dejarnos seducir por su misterio. Captar el espíritu que le hace vivir de una manera tan humana. Intuir la fuerza de su amor al ser humano, su pasión por la vida, su ternura hacia el débil, su confianza total en la salvación de Dios.

Un paso decisivo es leer los evangelios para buscar personalmente la verdad de Jesús. No hace falta saber mucho para entender su mensaje. No es necesario dominar las técnicas más modernas de interpretación. Lo decisivo es ir al fondo de esa vida desde mi propia experiencia. Guardar sus palabras dentro del corazón. Alimentar el gusto de la vida con su fuego.

Leer el evangelio no es exactamente encontrar «recetas»para vivir. Es otra cosa. Es experimentar que, viviendo como él, se puede vivir de manera diferente, con libertad y alegría interior. Los primeros cristianos vivían con esta idea: ser cristiano es «sentir como sentía él» (Fil 2,5); «revestirse de Cristo» (Gal 3,27), reproducir en nosotros su vida. Esto es lo esencial. Entonces entiende el creyente desde dentro las palabras de Cristo y las hace suyas: «Tú eres para mi el camino, la verdad y la vida» (Jn 14,6).

Camino Misionero,Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.